Triste, tristísimo, es el espectáculo que Bizkaya en particular y en general el País Basco todo vienen ofreciéndonos. La Euskeria, el prototipo de las libertades y de la moralidad, el país singularísimo que sirviera de estudio a los más sabios gobernantes de Europa... hállase hoy maltrecho, desconocido, entregado en brazos del caciquismo más odioso, más humillante, más antibascongado. Perdidas nuestras instituciones... abandonada nuestra lengua, olvidada nuestra historia, ¿qué nos queda ya para que sigamos llamándonos euskeldunas?
Publicación: (1896)