D. Joseph Ignacio de Alaua y Arista, Maestre de Campo, Comissario y Diputado General de esta M.N. y M.L. Provincia de Álava, por su Magestad... Hago saber a V.M. el Señor Alcalde Ordinario... como el Ilustríssimo Señor Obispo de Oviedo, Presidente de Castilla, me ha dirigido un Real Decreto de S.M. y del tenor siguiente. He entendido, con sumo desagrado, la libertad excessiva, con que de resulta de el último expurgatorio, que dió a luz el Tribunal de la Santa Inquisición, se han escrito, impresso y esparcido varios papeles anonymos, especialmente defendiendo e impugnando las obras del Cardenal Norris, en los quales, sobre su contravención a las leyes, por faltarles las licencias necessarias se reconoce un espíritu de animosidad y facción, capaz de producir consequencias muy perjudiciales a la religión y al Estado, para precaverlas y cortar el mal en su raíz